Los Ángeles en México

Ana’s Visit

English Version

The first visit of Los Ángeles en México in San Miguel Tecuanipa was on December 4th 2017. For this occasion Ana de la Reguera traveled with Gabriel and Carla from the construction team Misión La Paz, along with Silvestre Portilla and the women of TVUDLAP Zury and Scarlett, Raúl from Universidad de las Américas Puebla, and Gaby Carranza from Fundación VeracruzANA.

We began our trip with a hopeful and open mindset unable to predict the conditions which we would arrive upon while being conscious of the vast destruction the earthquake had caused in the area. Through photographs shown to us by Misión La Paz we were able to see a couple of houses had fallen but we had yet to see them in person until now.

Our travel began in Cholula, through a narrow path and curved lanes, lasting about 45 minutes until arriving to our destination San Miguel Tecuanipa. Upon entering, our firs sights was the former health center; now as a result of the earthquake it is a small abandoned building, with cracks covering the exterior. As we continued our drive inside the van, we noticed large red colored folios placed on the walls of many houses and in some instances on the lone wall of the remainder of a house; the folio had been placed by the federal government once a home had been censused however there is still no concrete results for the families that will receive aid from the SEDESOL.

As we drove further through the streets of San Miguel, Ana found herself more surprised by the abandonment every turn we took. The conditions of the village was breathtaking; it wasn’t due solely because of the earthquake, but the economic situation that affects many regions of our country play a crucial role as well.

We park in front of an elementary school. The children continue learning, being taught inside modular classrooms after their own classrooms became ruins; their reconstruction project has barely begun. We walk, turning on the corner, making our way to visit Eloy and his family; Gabriel and Carla are helping them reconstruct their homes. Eloy and Blanca just had a baby girl named Lizbeth, Blanca had been pregnant when the earthquake happened. For the meantime they live with Eloy’s father, in a one of the rooms that is still standing, for Eloy’s father also lost parts of his home.

Later we visited the home being built or them; the house is the same model as the one we are using for Los Ángeles en México with a few modifications. Eloy shares with us all the support he has received from Misión La Paz and his excitement for our future work with other families.

After visiting Eloy, we went on to visit the home of Don Víctor Rojas and his family. Carolina and his daughter-in-law, Adriana, welcome us in. We sit down and listen to their story of the earthquake; they all managed to make it out alive just in time before the second story collapsed, leaving the first floor inhabitable. There is a big opening all along the remaining ceiling of the first floor, filled with water, flooding one of the rooms; the other rooms have severely damaged walls torn through, parts of the walls are still being held up by wooden polls. Adriana continues on, telling Ana with tears in her eyes that one of the hardest things to see once able to return inside their destroyed home was the shattered ceramic figure of the son of God. Now that they have received a new ceramic figure, the remaining pieces will be buried in the ground, for their faith will not permit them to throw it away in the trash.

There are a total of 10 members in this family, all of them currently reside in the two bedrooms with torn walls and a camping tent; they sleep through cold nights and fears of a recurring earthquake. We gathered information regarding the family: they have 3 minors, in that moment Ana Gabriela and Miguel Ángel where present. Adriana and Carolina proceed to show us some of the embroidered napkin cloths, gifting us one. After that, we said our goodbyes and went on to visit the family of Don Tobías García. Don Tobías lost his entire home after the earthquake; currently he lives in a room he built, using sheet wood for the walls and roof. In this small room Don Tobías holds what was left of his personal belongings storing them there during the day, and in the evening going over to one of his nieces for a night’s sleep.

Tobías tells us of his experience during the day of the earthquake. The morning of, Tobías was on his way out when the ground began to shake horrifically, the sharp pain in his knees made it harder for him to walk; luckily he was able to get out in time before his home collapsed. He is a senior citizen who retired a few years ago; now he lives with the support of his nephews and grandchildren who take care of him. Don Tobías says his farewell, offering us avocados grown from one of the trees in his land.

As we investigate further, the people of San Miguel inform us that they have no accessible clean water to drink from, their nearest source of water is a well by the river; some people in the village have made it their mission to desilt the sources of water but they still have had no luck after two months. The pool in which the clean water is held functions through the use of a pump filtering water all through San Miguel until reaching the church Iglesia de Tecuanipa; instead they now walk an hour to the river for the water that is needed in their home.

That day we said our farewell to the people of San Miguel Tecuanipa, those we met and those we saw on our way out and back to Puebla. In this trip we decided that the García family would be the first family that would receive support from Los Ángeles en México with the construction of a home.


Version en español

La primer visita de Los Ángeles en México a San Miguel Tecuanipa fue el día 4 de diciembre el 2017; en esta ocasión Ana de la Reguera viajó con Gabriel y Carla del equipo de la constructora Misión La Paz, Silvestre Portilla y las chicas de TVUDLAP Zury y Scarlett, Raúl de la Universidad de las Américas Puebla y Gaby Carranza de Fundación VeracruzANA. 

Íbamos expectantes sin saber con que nos podíamos encontrar al llegar hasta allí, sabíamos que la devastación en toda esa zona había sido grande, y a través de fotografías que nos había proporcionado la constructora Misión la Paz teníamos conocimiento de algunas casas que se habían caído por el sismo, pero no lo habíamos visto directamente hasta ahora.

Después de 45 minutos de carretera desde Cholula hasta llegar a San Miguel Tecuanipa por unas veredas estrechas y llenas de curvas por fin llegamos a la comunidad. Al entrar apenas a sus calles nos encontramos con el centro de salud, una pequeña construcción abandonada ahora; desde fuera se puede observar los muros agrietados consecuencia del sismo. Seguimos avanzando, todavía dentro de la camioneta y pudimos ir observando folios en color rojo muy grande escritos en las paredes de muchas casas y en otros casos en algún pedazo de muro de los que todavía quedaban de pie en donde había existido una vivienda; nos explicó la gente de la constructora que esos folios fueron los que gobierno federal pintó en cada casa que ya había sido censada, sin embargo aún no se tienen los resultados de las familias que van a recibir los apoyos por parte de SEDESOL.

Al ir avanzando por las calles de San Miguel, Ana se encuentra muy sorprendida al descubrir el grado de abandono de este pueblo y al observar las condiciones en las que viven no solo a consecuencia del sismo, si no, también de la situación económica que se vive en muchas regiones de nuestro país.

Nos estacionamos enfrente de la escuela primaria, por ahora tienen unas aulas móviles pues los salones se cayeron; apenas están iniciando los trabajos de reconstrucción; empezamos a caminar y al llegar a la esquina doblamos para visitar a Eloy y su familia; a ellos los están ayudando a reconstruir su casa Gabriel y Carla.  Eloy y Blanca acaban de tener una hija llamada Lizbeth, Blanca estaba aún embarazada cuando sucedió el sismo; por ahora viven con el papá de él, en un cuarto que les prestan en la parte de la casa que quedó aún de pie, pues el papá de Eloy también sufrió pérdidas.

Visitamos la casa que le están construyendo, es el mismo modelo que urilizaremos para las de Los Ángeles en México con algunas modificaciones. Eloy nos cuenta todo el apoyo que ha recibido por parte de Misión La Paz y lo emocionado que está de saber que vamos a empezar a apoyar a más familias.

Después nos dirigimos hacía la casa de Don Víctor Rojas y su familia; nos reciben Carolina y su nuera Adriana para contarnos la historia de cómo vivieron el sismo; lograron salir todos de la casa justo a tiempo pues el segundo piso de una de las construcciones colapsó por completo y la planta baja quedó inhabitable pues tiene una fisura a lo largo de todo el techo y la pared, por donde se cuela el agua; y se hundió el piso en uno de rincones de la construcción; y en otro de los cuartos dos muros están completamente rotos, sostienen aún partes de la pared con unos polines de madera. Adriana le cuenta a Ana con lágrimas en los ojos que cuando por fin pudieron entrar de nuevo a la casa una de las cosas que más le dolió fue ver la figura de cerámica del niño Dios rota en el piso, ahora que le regalaron otra va a enterrar los pedazos que tiene de la anterior; pues su fe no les permite tirarla a la basura.

Son 10 integrantes en su familia, y todos están viviendo mientras en las dos habitaciones con muros rotos y en una casa de campaña, por las noches pasan frío y miedo de que vuelva a temblar, pues las paredes apenas y logran sostenerse. Tomamos los datos de esta familia que tiene 3 hijos menores de edad, en ese momento están presentes Ana Gabriela y Miguel Ángel; hijos de Adriana, y ella y Carolina  nos enseñan algunas servilletas que bordan a mano y nos obsequian unas; nos despedimos y fuimos a visitar ahora a la familia de Don Tobías García; él perdió su casa por completo, por ahora acondicionó un pequeño cuarto hecho con paredes y techo de lámina, ahí guarda las pocas pertenencias que logró rescatar y por las noches se va a dormir con una de sus sobrinas. 

Tobías nos cuenta que el día del sismo estaba por salir de su casa cuando la tierra se empezó a mover horrible; él tenía un dolor en las piernas, apenas y podía caminar bien, por suerte alcanzó a salir antes de que la casa se viniera abajo. Él es un adulto mayor, dejó de trabajar hace algunos años y ahora vive del apoyo de sus sobrinos y nietos quienes cuidan de él. Don Tobías nos despide regalándonos aguacates del árbol que está dentro de su terreno.

Tratando de investigar un poco mas la gente nos cuenta que no tienen servicio de agua potable; su fuente de agua es una poza que está cercana al río, pero con el sismo hubo un deslave y se tapó; por ahora hay varias personas del pueblo que se han dado a la tarea de desazolvarla pero dos meses después siguen sin conseguirlo; esta poza funciona con una bomba que impulsa el agua hasta la Iglesia de Tecuanipa, el punto más alto de la comunidad y después por gravedad baja hasta las casas; todos pagan una cuota por mantenimiento y uso de la bomba; sin embargo ahora que este sistema no sirve deben caminar 1 hora hasta llegar al río para traer su propia agua de consumo en su hogar. 

Nos despedimos de la gente del pueblo que conocimos este día y a quienes nos encontramos por el camino, y volvemos a Puebla.  En este viaje decidimos que la familia García será la primera que Los Ángeles en México apoyará con la construcción de su casa.

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